Resolviendo problemas con dibujos

Si pensamos en situaciones laborales o problemas que requieren encontrar una solución, ¿qué pasaría si hubiera:
– una manera más rápida de mirar los inconvenientes,
– entenderlos más por intuición
– y afrontarlos con mayor seguridad,
– y de comunicar más ágilmente lo que descubrimos?

Los problemas pueden ser de carácter global, personal, políticos, emocionales, tecnológicos, relacionados con dinero, procesos, personas. Hasta pueden tener que ver con todo esto al mismo tiempo. Si nos ponemos a pensar, en todos los negocios la clave está en cómo afrontamos los problemas que se nos presentan.

Entonces, ¿qué clase de problemas puedo resolver con la ayuda de dibujos?

La respuesta es: casi todos. Los dibujos sirven para representar conceptos complejos y resumir una vasta serie de trozos de información de una forma fácil de ver y entender. Por lo tanto, son útiles para lograr que un equipo de personas entienda cómo funciona un sistema y dónde encajan dentro de ese sistema; ayudar a una persona encargada de tomar una decisión a aclarar sus ideas y a mejorar la manera en que las comunica a los demás; entender un mercado y el impacto potencial que las modificaciones hechas a un producto puedan tener sobre éste; deadlines atrasados; cómo cubrir gaps.

Debido a que los problemas en las empresas por lo general se relacionan con una gran cantidad de dinero y repercuten en el trabajo de muchas personas -y que entender sus matices más importantes casi siempre requiere años de estudio y experiencia- es fácil llegar a pensar que son exclusivos del mundo de los negocios, pero no es así. A efectos de introducir el pensamiento visual, es mucho más esclarecedor considerar estos problemas como representativos de una serie de desafíos más generales y comunes, y que afrontamos todos los días, tanto en los negocios como en nuestra vida.

Finalmente, si contemplamos un panorama más amplio, es posible agrupar casi todos los problemas en la siguiente serie de categorías básicas y conocidas: problemas relacionados con quién y qué, cuánto, cuándo, dónde, cómo y por qué.